Health inequity in workers of Latin America and the Caribbean


En el artículo publicado por el International Journal for Equity in Health, la Dra. Pamela Merino Salazar, docente investigadora de la Facultad de Ciencias del Trabajo y Comportamiento Humano de la Universidad Internacional SEK (UISEK), en colaboración con colegas de la UPF de Barcelona y UEES de Guayaquil, muestra las amplias desigualdades en salud laboral existentes en América Latina y el Caribe.

América Latina y el Caribe (ALC) es reconocida como la región más desigual del mundo . Sin embargo, la falta de datos de calidad no ha permitido evidenciar la verdadera magnitud de las desigualdades sociales en salud. El propósito del presente estudio es medir y comparar las desigualdades en salud en la población activa en 15 países de ALC.

Con este objetivo, se tomó una muestra de 180.163 trabajadores de 18 años o más a partir las encuestas nacionales más recientes sobre condiciones de trabajo o salud de los diferentes países. La mala salud autopercibida se utilizó como indicador de salud, mientras que la edad, el nivel educativo y la categoría ocupacional fueron los estratificadores de la desigualdad. Se calcularon  cuatro medidas: riesgos atribuibles poblacionales absolutos y relativos, los índices de Kuznets y Keppel ponderados.

La prevalencia de mala salud autopercibida varió de 9% en hombres de Uruguay a 50% en mujeres de Nicaragua, y fue mayor en mujeres que en hombres en la mayoría de los países. Se demostró un gradiente claro, en el cual los jóvenes en trabajos no manuales calificados y educación superior tuvieron la prevalencia de mala salud más baja. Casi el 45% de los casos que informaron mala salud autopercibida en los hombres y el 35% en las mujeres podrían evitarse si todos los grupos recibieran un mayor nivel de educación. Además, aproximadamente el 42% de la mala salud autopercibida reportada por los hombres y el 31% por las mujeres podrían evitarse si todos compartieran las condiciones de trabajo y empleo de los trabajos calificados no manuales.

En conclusión, se encontraron amplias desigualdades en salud entre los grupos ocupacionales y educativos en ALC. Sin embargo, las fronteras de los países parecen ser un estratificador aún más importante en la producción de desigualdades en salud. Se necesitan intervenciones urgentes para mejorar la salud de los trabajadores en países donde la prevalencia de mala salud percibida es alta. El fortalecimiento del sistema de vigilancia de la salud laboral en los países de América Latina y el Caribe debería convertirse en una prioridad, a fin de monitorizar las intervenciones para reducir la desigualdades en salud ocupacional.

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