La cultura de la bioseguridad en los laboratorios de diagnóstico molecular COVID-19


La bioseguridad y buenas prácticas en los diferentes laboratorios que orientan sus esfuerzos al diagnóstico de la enfermedad COVID-19, son aspectos críticos al momento de contribuir al control de la pandemia, así como de asegurar la protección del personal de laboratorio, de los pacientes y del medio ambiente.

La emergencia sanitaria mundial desencadenada por la pandemia de la enfermedad del Coronavirus 2019 (COVID-19), ha provocado que los recursos de investigación y servicios de todos los países estén orientados a controlar la transmisión del virus y a mitigar el impacto, en todos sus ámbitos, sobre la ciudadanía en general.

La estrategia más básica contra la pandemia ha consistido en realizar la detección del SARS-CoV-2 (denominación del virus que causa la enfermedad) mediante la PCR en tiempo real (RT-PCR), con la finalidad de establecer la prevalencia de la enfermedad y adoptar medidas de control, como el establecimiento de cercos epidemiológicos. Sin embargo, dentro de esta carrera contra el tiempo para realizar diagnósticos, emitir resultados y tomar decisiones, se mantienen presentes riesgos a los que se enfrentan los profesionales de la salud que trabajan en los laboratorios. Estos procedimientos que van desde colectar las muestras biológicas de los pacientes hasta aplicar la técnica para la detección del virus, implican manipular al agente causal de la enfermedad en todo momento.

Es por ello que en el artículo “Bioseguridad en laboratorios de diagnóstico molecular de SARS-CoV-2 (COVID-19) mediante RT-qPCR” publicado en la Revista CienciAmérica, se buscan destacar las medidas básicas de bioseguridad que se deben implementar al momento de orientar un espacio de laboratorio para el diagnóstico de COVID-19. Estas medidas incluyen la adecuación del laboratorio para establecer un nivel de contención de bioseguridad 2 (BSL2) plus, junto con prácticas intensificadas de nivel 3 (BSL3). Dentro de estas categorías se incluyen lineamientos tanto de infraestructura como de rigurosos procedimientos que los profesionales de las ciencias biomédicas deben adoptar para realizar el diagnóstico molecular de forma segura y confiable.

La correcta toma de muestras de los pacientes, el transporte de dichas muestras siguiendo lineamientos internacionales de bioseguridad, la inactivación del virus presente en las muestras biológicas, así como su manipulación en las cabinas de seguridad biológica, son elementos fundamentales que protegerán al personal de potenciales infecciones asociadas al trabajo laboratorio. Aunado a esto, características adicionales como el uso de equipos de protección personal tipo mascarillas N95 o equivalentes, uso de guantes y overoles y el trabajo en zonas con una presión negativa de aire (flujo de aire con dirección hacia el espacio del laboratorio y no hacia afuera), constituyen normas destinadas a evitar alguna brecha de seguridad y escape del agente infeccioso.

El artículo también rescata la importancia de tener una cultura de bioseguridad como regla número uno dentro del trabajo de diagnóstico, ya que las buenas prácticas son indispensables para emitir resultados que generen confianza en la ciudadanía en general. Todos estos criterios de bioseguridad y buenas prácticas adoptados por el personal de laboratorio tienen como finalidad contribuir significativamente a la toma de decisiones e implementación de políticas, teniendo presente en todo momento el bienestar de la población en general.

Autor: José Rubén Ramírez Iglesias, docente de la Facultad de Ciencias Naturales y Ambientales de la UISEK.

Ver artículo completo en Revista CienciAmérica aquí.

Comentarios